Cuando te nombran ante mí, un toque lobo embriaga mis oídos y un estremecimiento me sagude, porque te quise tanto amor.
Quienes te conocen demasiado bien, no saben que yo te conocí, tantas y tantas veces me arrepentí de ti y tan hondamente que jamás lo diré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario